V, los malvados lagartos del espacio exterior

Mucho se ha hablado del secreto que rodea a los archivos del gobierno americano en lo referente al tema OVNI. Lo más alucinante fue destapado en el número uno de la revista «Más Allá» en marzo de 1989.

Al parecer, el gobierno Reagan había establecido un pacto con unos malvados extraterrestres que llegaron hace bastantes años a la tierra con el propósito de cambiar su tecnología por agua y carne fresca (humana, por supuesto).

El acuerdo se ha estado llevando a cabo, y por eso la humanidad ha avanzado tecnológicamente tanto en tan poco tiempo, gracias a la información que los aliens han proporcionado a algunos científicos escogidos, aunque en contrapartida el planeta se está quedando sin recursos naturales, por no hablar de tanta gente que desaparece de repente sin dejar rastro…

A mediados de los ochenta Reagan y su equipo de gobierno se dieron cuenta de que habían llegado a un callejón sin salida, y se creyó oportuno contar la verdad a la Humanidad. Es posible que los extraterrestres ya se hayan marchado, después de dejarnos el planeta hecho una mierda, o que ya estén totalmente integrados entre nosotros y acomodados a vivir en La Tierra.

El caso es que a la administración Reagan no se le ocurrió otra cosa mejor que encargar a la Warner Bros Television que produjese una serie de televisión para familiarizar a los espectadores con el tema, y según reaccionase la audiencia, anunciar la cruda realidad.

En 1984 se estrenó en USA «V», una serie que batió todos los records en España, pues en yanquilandia tuvo una acogida bastante discreta.Y es que era demasiado cutre y baja de presupuesto, y encima no era una serie «profunda», o sea, para que una serie de TV de ciencia ficción sea considerada de culto, ha de ser un rollazo tipo «Star Trek», ya saben, esas series en las que se pasan el rato hablando sobre política exterior y la condición humana..

El argumento es conocido por todos ustedes: Unos alienigenas humanoides visitan la tierra en busca de ayuda, pues en su planeta de origen la vida se está extinguiendo.

Ofrecen a la humanidad sus conocimientos científicos a cambio de que les dejemos vivir entre nosotros.

Todo es buen rollo y armonía las primeras semanas, la mayoría de los humanos creen ciegamente en los «visitantes», hasta que Mike Donovan, un valiente cámara de televisión, se cuela en una de las naves nodriza de los extraterrestres y descubre la terrible verdad:

Bajo la apariencia humana de los aliens se esconden unos lagartos que comen ratones vivos y tienen sangre verde.

El verdadero plan de los «visitantes» es llevarse toda el agua y la carne humana que puedan… pero hay humanos que no creen a Donovan cuando emite el video que ha grabado por la TV, y un puñado de valientes forman «la resistencia», se compran armas y se montan un cuartel general para planear la forma de echar a los lagartos de la tierra…

Juliet Parrish, una brillante científica, se une a la causa, y también Willie, un lagarto traidor a sus jefes.

Hay más personajes , como Elias, un ex-delincuente, o Ham Tayler, un mercenario, y cómo nos podemos olvidar a Robin, una adolescenta que se enamora de un «visitante» del que se queda embarazada, sin saber que se trata de un maléfico plan urdido por Diana, la comandante científica de los invasores, de la que ya hablaremos más detenidamente. Robin da a luz a dos bebés, uno realmente asqueroso y con apariencia de lagarto, y después una niña preciosa, aunque con lengua bífida…

La escena del parto fue realmente fuerte por aquel entonces, imaginense a todos los chavales hispanos de 1985 clavados frente a la pantalla mientras se desarrollaba esa escena que, vista hoy, resulta de lo más inocente. Lamentablemente Elizabeth, la niña preciosa, es secuestrada por Diana y llevada a la nave nodriza, donde crece y se desarrolla a una velocidad pasmosa hasta que toma el aspecto de Caroline, la niña de Poltergeist.

El bebé lagarto muere al nacer, pero le hacen la autopsia y descubren una sustancia que mata a los extraterrestres, el «polvo rojo». Rápidamente se coordinan con todos los grupos de resistencia del mundo y producen grandes cantidades de «polvo rojo»con el que contaminan el agua y el aire, para obligar a los visitantes a marcharse.

Elizabeth, la niña de las estrellas también contribuye a la derrota de los «Visitantes», tomando el control de la nave nodriza en un electrizante climax final…

Nadie puede olvidar la fiebre que esta serie originó en España, y tampoco podemos dejar de hablar de «Tele-Indiscreta», la revista que se convirtió en algo así como el boletín oficial de los fans de «V», con todos los regalitos que hacía cada semana: posters, adhesivos, comics…

Hasta aquí la cosa fue bastante seria, una serie de TV correcta, con sus calculadas dosis de acción, romance y gore. Pero los más jóvenes que estén leyendo este artículo no se pueden ni imaginar cómo continuaría la serie cuando se estrenó la siguiente temporada…

Las dos miniseries que relataban los hechos sucedidos en la primera parte de este artículo fueron todo un éxito, y se dio luz verde a un proyecto más ambicioso: «V, La serie regular». Ya estaba definido el concepto: La lucha de la resistencia humana con los lagartos invasores. Los personajes eran prácticamente los mismos de las dos primeras miniseries, pero con algunos cambios e incorporaciones para hacer un producto más atractivo para los espectadores. La cosa iba a degenerar muchísimo, y se iba a tirar por un camino bastante más petardo y descerebrado.

Así pues, en esta tercera y última entrega de «V» nos encontramos con que el polvo rojo que había ahuyentado a los lagartos pierde su efecto, y la comandante Diana logra escapar de la prisión donde había sido recluida en la Tierra.

Cabreada y sedienta de venganza, Diana es rescatada por un equipo de lagartos que se encuentran escondidos tras la cara oculta de la Luna, en espera de recibir nuevas órdenes. Lo curioso es que a pesar de que los humanos ya saben la verdadera naturaleza física de los invasores éstos siguen apareciendo con piel humana, incluso en las escenas en las que se supone que están solos y no hay humanos de por medio.

Oficialmente ha estallado la guerra entre los humanos y los aliens, pero se establece que Los Angeles será una «ciudad abierta» donde los extraterrestres y los humanos conviven sin armas.

Diana era una tia mala malísima, algo así como la Alexis Colby, personaje del que es deudor en muchos aspectos. (No olvidemos que en 1985, cuando se rodó esta última temporada de «V», lo que más se llevaba en la TV eran los seriales de lujo y poder ).

En las primeras entregas no estaba tan definido el protagonismo de Diana, pero desde luego era la reina y la estrella indiscutible del show, nada ni nadie le podía hacer sombra. ¿Quién ha olvidado aquella escena en el primer episodio en el que se zampaba de un solo bocado a un cobaya? Sus cambios de peinado tampoco nos pasaron desapercibidos. A esta lagarta le encantaba tener apariencia humana. A medida que la serie avanzaba, Diana se centraba cada vez menos, y a veces daba la sensación de que estaba más preocupada por los modelitos que solía lucir que por conquistar el planeta.

Diana tomó el mando de las fuerzas militares, aunque el Lider de su raza, que vive en el lejano planeta de origen de los lagartos, le impone una compañera, Lydia, y entre las dos se montan una relación de lo más jugosa, se pasaban todos los capítulos haciéndose putaditas la una a la otra, en lugar de ocuparse de destruir a los humanos.

Si Diana daba una orden, Lydia mandaba hacer lo contrario, y viceversa. En realidad lo que pasaba era que Lydia era más lista que Diana, y estaba quemada con la incompetencia de su jefa. Lydia era bastante chivata y siempre estaba llamando al Líder para informar de las meteduras de pata de Diana. Sin duda esto hacía que la serie fuese más divertida, pues a mi particularmente no me interesaban los personajes humanos. Voy a hablar un poquito de ellos, porque seguro que hasta ustedes les han olvidado, y es que Diana es mucha Diana.

Mike Donovan y Julie Parish continúan siendo los jefes de la resistencia, seguían reuniéndose en almacenes abandonados y nunca tenían dinero. Pero a pesar de su falta de presupuesto, era escandalosa la facilidad con la que se colaban en la nave nodriza, o conseguían municiones y uniformes alienigenas. Con ellos vivía Robin, la madre de Elizabeth, el bebé de las estrellas, que en esta tercera entrega crecía y se desarrollaba hasta tomar la apariencia de una teenager de 17 años, la cual no dudaba en quitarle el novio a su madre.

El novio en disputa era Kyle, sensacional chulazo interpretado por Jeff yagher, actor al que no hemos visto en ninguna otra parte, exceptuando el telefilme barato ese que se hizo sobre la vida de Madonna. Robert Englund continuó haciendo de lagarto bueno hasta que dejó la serie, pues le llamó Wes Craven para hacer «Pesadilla en Elm Street». Voy a volver a hablar de Diana porque yo es que no puedo con los chicos buenos de la resistencia.

El ritmo de la serie comenzó a ser repetitivo, las partes en las que salían Donovan y compañía parecían vulgares episodios de «El equipo A», menos mal que las tramas secundarias que se desarrollaban en la nave nodriza de los Invasores cada vez estaban más pasadas de vueltas: Cómo olvidar la llegada de Charles, un teniente o algo de eso muy superior que llega para ocuparse del trabajo que Diana y Lydia fueron incapaces de hacer, pero se enamora de Diana y la pide en matrimonio, y Diana que no quiere casarse, y Lydia se mete por medio y se lía con Charles (y eso que era su hermano), y las dos se retan a un duelo a muerte en el que aparecen más maquilladas que una puerta, y al final, tras la noche de bodas de Charles y Diana éste aparece asesinado, y Diana, que era la asesina, consigue condenar a Lydia por el crimen, y su condena es que la lancen al espacio exterior metida en la tumba de Charles…

Al final todo el mundo estaba tan aburrido de «V» que la NBC pidió a la Warner que no grabase más episodios, y la cosa quedó un poquito inconclusa, con un episodio en el que el Lider de los lagartos llegaba a la tierra para firmar la paz a cambio de llevarse a Elizabeth a su planeta como esposa. Pero Kyle, el novio chulazo de Elizabeth, no piensa consentirlo, y se cuela en la nave que va hacia el planeta de los lagartos. Diana tampoco puede aceptar la nueva situación, y coloca una bomba en la nave…

La serie fue cancelada, hay rumores que aseguran que se llegó a rodar un episodio más que nunca fue emitido, pero a pesar de que en la «Tele-Indiscreta» juraron y perjuraron que la serie iba a volver… Finalmente en noviembre de 2009 ha llegado un remake algo más comedido que la serie original, aunque apunta maneras…

Se me olvidaba!! Al final el gobierno Reagan decidió pasar del tema y no contar a la Humanidad la terrible realidad a la que estamos sometidos…

Este artículo fue publicado originalmente
en el fanzine La Mesa Camilla en abril de 1995.

5 Respuestas a “V, los malvados lagartos del espacio exterior

  1. Yo «V» la viví a tope en su época… pero hoy la tengo muy superada, no le tengo un recuerdo especial, ni me compré la edición en dvd, no me produce ni gota de nostalgia… realmente, para mi, fue cosa de aquel momento y ya está.

  2. A mí me está gustando el remake. Está claro que si la hacían como la antigua aquello iba a tener el tono del Batman de los 60. El final del ultimo episodio mola. Y de la antigua, sobre todo de las miniseries, guardo un magnífico recuerdo, aunque no las repaso desde su última reposición en TV.

    Diana y Lydia = Tracy Lords & Ginger Lynn.

    • espectacular me encanto la recuerdo mucho la vi cuando era niña muy fascinante que bueno que la vuelvan a trasmitir en canales colombianos y los que que quieran

  3. Pingback: bytheway, la televisión desde nuestro particular punto de vista » Blog Archive » V, los visitantes reloaded·

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